Estrés postraumático: el enemigo silencioso que afecta más de lo que crees
El trastorno de estrés postraumático (TEPT) es una condición que afecta de forma directa a la salud mental y que suele aparecer como consecuencia de una situación vivida o presenciada que vulnera nuestra percepción del peligro. Al poco tiempo, el TEPT adquiere un carácter estresante o aterrador.
El estrés postraumático, se manifiesta por su dificultad para procesar o superar la experiencia traumática, y a diferencia del estrés común, su duración es más prolongada e interfiere significativamente en nuestro día a día. Además, este trastorno, como muchos otros, no solamente afecta a quienes lo padecen, sino también a sus familias y entornos sociales.
Su diagnóstico, según la Asociación Americana de Psiquiatría (APA), puede presentarse cuando los síntomas persisten durante más de un mes posterior al evento traumático y afectan significativamente la calidad de vida de la persona.
Si el TEPT no se trata, puede llevar a serios problemas como depresión, abuso de sustancias o incluso pensamientos suicidas.
¿En qué situaciones puede surgir es Trastorno por Estrés Postraumático?
- Experiencias directas de peligro: Accidentes graves, agresiones físicas, abuso sexual, violencia doméstica y muchas situaciones que ponen en juicio nuestro sentido del peligro.
- Ser testigos de eventos traumáticos: Como observar un accidente fatal.
- Trabajos de alto estrés con exposición frecuente a situaciones traumáticas.
- Heridas psicológicas previas: Las personas con antecedentes de trastornos mentales o traumas infantiles pueden ser más vulnerables.
¿Cuáles son los principales síntomas del TEPT?
El TEPT incluye una variedad de síntomas que se agrupan en tres categorías principales:
- Recuerdos intrusivos de forma vívida y/o imágenes mentales de gran nitidez sobre el evento traumático (pesadillas recurrentes y flashbacks…) que provocan reacciones tanto físicas como emocionales intensas y que nos hacen sentir como si el evento estuviera ocurriendo nuevamente.
- Evitación: de lugares, personas y/o actividades asociadas al trauma.
- Alteraciones en el estado emocional: Desde emociones asociadas a la irritabilidad, rabia e ira hasta la culpa y vergüenza. También, pueden darse episodios de anhedonia, disociación de la propia persona e hipervigilancia de nuestro sistema de alerta.
¿Qué tratamiento es el más adecuado y cómo podemos prevenir el TEPT?
Aunque no siempre puede prevenirse, existen algunos pasos que pueden reducir el riesgo de desarrollar Trastorno por Estrés Postraumático después de un evento. Buscar un apoyo temprano y tratar de “explotar” recursos que nos hagan sentir bien y potencien un estado de relajación, puede ser de gran ayuda.
En cuanto al tratamiento, evidencias y estudios se enfocan en:
- Terapia psicológica: Que ayude a identificar y cambiar pensamientos negativos relacionados con el trauma y que pueda complementarse con una terapia de exposición gradual de las emociones dolorosas y el evento traumático.
- Tratamiento farmacológico para paliar la sintomatología limitante.
- Apoyo social
Por último, es necesario destacar que, aunque el TEPT puede sumergir a la persona que lo padece en una realidad agónica, y ser muy limitante, no debe considerarse esta problemática como una sentencia de por vida.
Con el tratamiento adecuado, las personas pueden recuperarse, pero es vital, que una vez se detecte el problema, se garantice a quienes lo padecen un apoyo necesario para superar el impacto del trauma y sus consecuencias.
Diego Martínez Moruno, es psicólogo clínico en Red Cenit