Operación Bikini: en la cuerda floja de padecer un Trastorno de la Conducta Alimentaria
El buen tiempo ha llegado, y las redes sociales y los medios de comunicación se encargan de enviarnos un mensaje muy claro: “Prepárate para el verano”.
Pero un momento, ¿para qué me tengo que preparar?
Nos bombardean con anuncios y comentarios sobre diferentes estilos de bañador, vientres planos, cremas reductoras, dietas detox…
Es la época en la que muchas personas inician una dieta para perder unos kilos de más para verse mejor de cara al verano.
Esta obsesión ha pasado a tener nombre “Operación Bikini”.
Buscan un cuerpo diez para el verano con la intención de no pasar vergüenza en la playa, o al lucir prendas de ropa más ligeras.
Operación Bikini y Trastornos de la Conducta Alimentaria
Por desgracia, con esta operación bikini se disparan los casos de Trastornos de la Conducta Alimentaria (TCA).
Tenemos bastante normalizado que la gente haga dietas, pero no somos del todo conscientes de los mensajes que enviamos a las personas que nos rodean y que pueden ser perjudiciales.
Frases como: “es cosa de la edad”, “todas las jóvenes hacen dietas”, “enhorabuena por tu fuerza de voluntad de no comerte eso que engorda”, “has adelgazado, qué guapa estás”.
O frases como: “fíjate qué cadera más ancha”, “te ha salido más celulitis”, “has engordado”, “te has pasado comiendo”, y un largo etcétera.
La presión social por estar delgada que se ejerce contra las mujeres (se da más en mujeres que en hombres, a ellos se les exige estar musculados), es alarmante, ya que se pone el punto de mira en el físico.
Estos últimos años, esta presión se ha visto agravada por las redes sociales, ya que ahí se nos muestran ideales de belleza prácticamente inalcanzables y sumidos en el uso de filtros que alteran la realidad.
Las redes sociales se han convertido en un accesorio más de nuestro día a día.
Nos permiten compartir fotografías y vídeos, ver las de otras personas, dar “likes”, hacer comentarios…
Estamos constantemente expuestos a las opiniones, comentarios, críticas de los demás, y, además, entra en juego la comparación que hacemos sobre el estilo de vida, apariencia física a veces retocada con filtros o efectos, viajes…de otras personas.
¿Qué consecuencias tiene la Operación Bikini y la presión de las redes sociales?
La generación de expectativas inalcanzables que pueden afectar a nuestra autoestima acompañadas de emociones como la vergüenza o la culpa, y la ansiedad por no cumplir el canon de belleza esperado.
También, puede aumentar la atención y el control sobre el peso y la alimentación lo que nos llevará a dietas milagro o excesiva actividad deportiva para sentirnos realizados y aceptados en la sociedad.
En muchas ocasiones, el comienzo de dietas se realiza como un intento de solución de problemas emocionales más profundos, miedos, inseguridades, insatisfacción con la imagen corporal…
¿Qué señales de alarma relacionadas con nuestro peso e imagen corporal nos pueden hacer ver que tenemos un problema que va más allá?
- Miedo o pánico a engordar
- Utilización de ropa ancha para esconder la figura
- Obsesión por pesarse
- Práctica compulsiva de ejercicio físico
- Ayuno o uso de diuréticos
También podemos experimentar cambios significativos en el comportamiento:
- Tristeza, apatía y cambios de humor
- Insatisfacción personal, baja autoestima, quejas constantes de la imagen corporal
- Discusiones familiares en torno a la comida
- Evitación de reuniones sociales que impliquen tener que comer
Recomendaciones para padres
Como padres se debe tener muy presente el papel que ejercen las redes sociales en el comportamiento de los hijos/as, y se puede poner en marcha una serie de recomendaciones:
- Hablar abiertamente con ellos sobre las redes sociales, interesarse por el contenido que consumen para determinar si es perjudicial y fomentar el pensamiento crítico sobre la información que les llega.
- Establecer límites, revisar contenidos y aplicaciones si ves que su estado de ánimo cambia.
Los profesiones tratamos la gestión emocional y la ansiedad que te puede llevar a estar frente a la nevera, la báscula o el espejo llorando. No dudes en pedir ayuda, ya sea para ti o para tus hijos/as.
Noelia Mata Galve, Psicóloga Clínica, en Red Cenit Valencia