Hipocondría: cuando la preocupación por la salud se vuelve una pesadilla

Hipocondría: cuando la preocupación por la salud se vuelve una pesadilla

Hipocondría

En los últimos tres años, hemos recibido una constante información sobre virus, respuestas inmunológicas, curva de contagios, estadísticas de enfermos, anticuerpos, …

Esta información, en ocasiones excesiva o mal utilizada, ha generado que tanto los trastornos de hipocondría como de TOC aumenten en la consulta de psicología clínica debidos, en su mayoría, por la exacerbación de síntomas relacionados con contaminación e higiene.

¿Qué es la hipocóndría?

La hipocondría es un trastorno de ansiedad caracterizado por la convicción de padecer una enfermedad grave o altamente mortal.

Las personas que tienen este trastorno, pueden creer que lo padecen en ocasiones al 100% y en otros momentos esa convicción puede disminuir.

Hay personas que temen tener una enfermedad principal y la convicción sobre la misma va variando; mientras que otras personas tienen diferentes enfermedades que van modificándose con el tiempo.

Lo que caracteriza a las personas hipocondriacas son los pensamientos catastróficos.

Tienen pensamientos acerca del proceso de enfermedad, del tratamiento, de cómo afectará la enfermedad a ellos y a su familia…generando pensamientos anticipatorios de ansiedad sobre el futuro.

En la hipocondría, la ansiedad se caracteriza más por su duración que por su intensidad, sin embargo, un 70% de hipocondríacos han sufrido alguna vez ataques de pánico (miedo repentino e intenso de que algo terrible está ocurriendo en ese momento)

Los  hipocondríacos intentan evitar o disminuir su malestar con conductas que aunque reducen de manera momentánea la ansiedad, provocan el efecto contrario de mantenimiento o aumento por la necesidad constante de reaseguración.

  • Consultar internet constantemente
  • Ir al médico
  • Solicitar pruebas diagnósticas constantemente…

Otra búsqueda de seguridad para los hipocondríacos es la autovigilancia del cuerpo, lo que genera la comprobación subjetiva, repetitiva y compulsiva de la sintomatología que temen tener.

Tanto la comprobación como la reaseguración generan un aumento de la ansiedad.

Estrategias como la distracción, racionalización o la evitación, tienen una eficacia mínima y efímera, ya que alivian los síntomas momentáneamente pero cuando vuelven a aparecer los miedos, éstos aparecen con fuerza de nuevo.

Tratamiento de la hipocondría

El procedimiento para un buen tratamiento debe estar avalado y haber demostrado su eficacia en investigación tanto teórica como práctica.

Para la hipocondría, investigaciones científicas demuestran que el mejor tratamiento consiste en la terapia cognitiva combinada con la exposición.

El plan de tratamiento para la hipocondría consistiría en :

  • Generar un ambiente de colaboración y confianza mutua para explorar otras hipótesis que puedan ser la causa de su malestar.
  • Psicoeducación: explicación de cómo afecta la respuesta de ansiedad a qué le ocurre y por qué se mantiene.
  • Entrenamiento en discusión cognitiva, prevención de respuesta y planificación de experimentos conductuales.
  • Exposición de manera gradual con prevención de respuesta.
  • Prevención de recaídas

Si te identificas con los síntomas descritos y sientes que la hipocondría está afectando tu vida diaria, consulta con un especialista en salud mental para recibir un diagnóstico adecuado y un tratamiento personalizado.

Jennifer Doménech Pulido, es psicóloga clínica en Red Cenit


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