Adicción a las redes sociales: el fenómeno que está afectando a millones de personas

Adicción a las redes sociales: el fenómeno que está afectando a millones de personas

adicción a las redes sociales

Las redes sociales forman parte de la vida diaria de millones de personas en todo el mundo, pero un mal uso de las mismas puede derivar en una ciberadicción con consecuencias negativas para la salud mental, física y el bienestar emocional de las personas.

La adicción a las redes sociales se caracteriza por una necesidad incontrolable de interactuar constantemente con las plataformas digitales como Instagram,  YouTube, TikTok, Facebook y Twitter.

Signos y síntomas que se pueden presentar si se padece adicción a las redes sociales

  • Pasar largas horas navegando sin un objetivo claro.
  • Priorizar la interacción en línea sobre las relaciones interpersonales en el mundo real.
  • Sentir compulsión de revisar las cuentas constantemente, interfiriendo este comportamiento en la vida cotidiana, las relaciones interpersonales, el trabajo o los estudios.
  • Las interrupciones constantes de notificaciones pueden afectar a la capacidad de atención y concentración.
  • Ansiedad y depresión por la presión de mantener una imagen pública, la necesidad constante de validación, buscar constantemente “me gusta”, comentarios o reacciones para sentirse validado.
  • Sentir malestar, ansiedad o irritabilidad cuando no se tiene acceso a las redes sociales.
  • La exposición constante a imágenes y publicaciones de «vidas perfectas» puede llevar a comparaciones sociales negativas, lo que puede tener un impacto negativo en la autoestima y provocar sentimientos de insatisfacción personal.
  • Alteraciones del sueño: Pasar tiempo en redes sociales antes de dormir o despertarse en medio de la noche para revisarlas.

Causas de la adicción a las redes sociales

Las causas de la adicción a las redes sociales pueden estar relacionadas con la gratificación instantánea, la novedad, el deseo de reconocimiento social, la búsqueda de entretenimiento constante y la posibilidad de poder interactuar de manera activa.

La dopamina y el cortisol son dos neurotransmisores que desempeñan papeles importantes en la respuesta del cerebro y el cuerpo al uso de redes sociales. Las redes sociales pueden provocar liberación de dopamina y aumento del cortisol, proporcionando placer a corto plazo y generando estrés y ansiedad a largo plazo:

  • Cuando recibimos «me gusta» o comentarios positivos, el cerebro libera dopamina, lo que puede crear una sensación de felicidad y satisfacción. Esta respuesta puede llevar a comportamientos adictivos, ya que las personas buscan repetir esas experiencias gratificantes.
  • El cortisol es conocido como la «hormona del estrés”, se libera en respuesta al estrés y situaciones de peligro. El uso excesivo de redes sociales puede llevar a la ansiedad por la comparación social. La versión idealizada de la vida de otros, la búsqueda de validación social, la presión para presentar una imagen perfecta, el deseo de mantener relaciones, aumentando los niveles de cortisol, puede llevarnos a pasar mucho tiempo en estas plataformas.
  • Los algoritmos de las redes sociales están diseñados para mostrar contenido que atraiga a los usuarios, lo que puede hacer que nos enganchemos en estas plataformas.
  • El miedo a perderse algún acontecimiento, FOMO (Fear of Missing Out), genera ansiedad al pensar que nos estamos perdiendo experiencias o información importante en redes. Este estado de alerta constante puede incrementar los niveles de cortisol.
  • A veces, las redes sociales son una forma de evasión, lo que puede resultar atractivo para aquellos que buscan escapar de situaciones de la vida real o de emociones negativas.

¿Cómo podemos reducir en uso de las redes sociales?

Es importante ser consciente de cómo el uso de redes sociales afecta a nuestro bienestar mental y emocional, y considerar establecer límites para promover un uso más saludable.

Para reducir el uso excesivo de las redes sociales, se recomienda:

  • Establecer límites de tiempo: Usar aplicaciones que controlen el tiempo de uso o establecer horarios específicos.
  • Practicar la desconexión digital: Dedicar momentos en el día a actividades sin dispositivos electrónicos.
  • Fomentar relaciones presenciales: Invertir tiempo en la socialización cara a cara.
  • Controlar el impulso de revisar el teléfono: Si te das cuenta de que revisas las redes sociales por hábito, intenta esperar unos minutos antes de hacerlo y reduce la urgencia de consultar tu dispositivo.
  • Ser conscientes de las emociones: reflexionar sobre cómo afecta emocionalmente el uso de las redes sociales y qué puedes hacer para sentirte mejor.

Si crees que presentas una adicción a las redes sociales, recuerda que buscar ayuda es un signo de fortaleza.

Reyes Martínez Borondo, es psicóloga clínica en Red Cenit


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