Cómo la asertividad puede mejorar tus relaciones personales y profesionales
La asertividad es la habilidad de expresar de manera directa, honesta y respetuosa lo que pensamos, lo que sentimos o lo que deseamos.
Consideramos un comportamiento asertivo cuando:
- Expresamos nuestros objetivos de manera clara, pero sin ninguna clase de agresividad.
- Afrontamos esa situación en condiciones de autocontrol emocional.
- Aumenta las probabilidades de conseguir el objetivo que nos habíamos marcado.
Existen 3 estilos de relacionarse socialmente: el pasivo, el agresivo y el asertivo.
- El estilo pasivo implica no expresar realmente lo que se está pensando o sintiendo. Se ignoran los derechos personales a favor de los deseos y preferencias de los demás. Se caracterizan por aguantar los tratos que consideran injustos y por no reaccionar.
En ocasiones pueden tener estallidos de cólera. Se sienten explotados por los demás y al mismo tiempo, culpables por no saber cambiar esa situación. - El estilo agresivo implica imponer siempre sus derechos sobre los demás. Su objetivo es hacer prevalecer sus opiniones a toda costa o conseguir objetivos prácticos concretos. Lo consiguen a expensas de la amistad y el afecto y a favor de la frialdad y grosería.
- El estilo asertivo significa mantener el equilibrio entre los derechos propios y los de los demás. Expresan libremente lo que sienten o desean. Seguros de sí mismos, sinceros, agradables, pero firmes.
¿Cómo hacer críticas de manera asertiva?
Cuando queremos expresar por ejemplo un enfado, una decepción o una frustración, nuestra emoción negativa va unida a una petición de cambio, ya que nuestro objetivo es que el otro cambie o elimine un comportamiento que nos produce malestar. Sin embargo, estamos “mal acostumbrados” a hacerlo en momentos o formas inadecuadas, donde nuestra emoción negativa domina la situación .
Se tiene la creencia que si alguien critica algo del otro, la relación que les une puede verse afectada y que el otro va a sentirse cuestionado o enfadado.
Una buena crítica consiste en hacerlo sólo con la intención de que una relación mejore, no como arma para hacer daño.
Si expresamos a un amigo que nos disgusta algo que hace y le pedimos que lo cambie, lo hacemos para que nuestra relación de amistad se fortifique, no para fastidiarle.
Nuestro objetivo es que critiques sólo aquellas conductas que tengan verdadera importancia para ti, que te haga suficientemente mal. Es cierto que a nadie le gusta recibir críticas y que existe la posibilidad de que el otro reaccione mal ante la crítica, pero, si expresamos una crítica asertiva las posibilidades de reacción negativa son más bajas.
Para hacer una crítica asertiva debemos:
- Controlar las emociones negativas, fundamentalmente el enfado. Si estás muy enfadado, retrasa la crítica, pero no dejes que transcurra demasiado tiempo. Hacerlo cuando estoy muy enfadado sólo serviría para crear malestar e incitar al otro a defenderse mediante acusaciones, justificaciones, y en última instancia, negándose a cambiar.
- Controlar la comunicación no verbal. Evita mirada fija, gestos bruscos, rigidez facial o acercarse demasiado al otro. Trata de relajar el cuerpo, respira lentamente.
- Controla otras variables; volumen, entonación, habla lenta.
- Evita descalificativos,
- Sé concreto. Evitar expresiones como “siempre haces lo mismo” “todo lo que digo está mal”…Debemos dejar bien claro al otro, qué es exactamente lo que hace daño para que así sepa qué modificar.
- Evitar el PERO. Si aceptamos una parte de su conducta y decimos PERO le estamos quitando valor. Mejor cambiarlo por expresiones tipo:”eso sí…” “aún así”
Ejemplos de críticas asertivas
“ Cuando tú…..yo me siento……Entiendo que….Eso sí, me gustaría pedirte que …..”
“Cuando me preguntas tantas veces seguidas qué me pasa, me siento agobiado. Entiendo que lo haces porque te importo y te preocupas por mí; eso sí, me gustaría que me respetaras y cuando me sienta mejor lo hablemos con tranquilidad. “
“Cuando me gritas por no haber recogido el salón como a ti te gusta, me siento triste y cuestionado. Entiendo que últimamente tienes mucho trabajo y estás muy cansado, eso sí, me gustaría que pudiéramos hablar sin gritos y tranquilamente de cómo organizarnos las tareas”
Podemos elegir el momento de hacer la crítica a nivel emocional (recordad también que un momento de alto nivel de enfado o angustia no sería el adecuado para mantenernos asertivos), así como elegir el momento en el que pueda mantenerse la atención, sin que existan otros eventos que dispersen la atención y se intentará evitar la presencia de otras personas, ya que puede sentirse más atacada y dejar de escuchar nuestro mensaje por “miedo” a lo que piensen los demás espectadores.
Expresar que se comprende el comportamiento del otro a pesar de no estar de acuerdo con ello, también es muy importante, ya que pedir que alguien nos entienda sin intentar entender por qué hace/dice aquello que nos molesta no tiene sentido.
Lo que debemos tener claro, es que nuestra petición de cambio, no implica necesariamente que se vaya a producir, pero aumenta la probabilidad de que se produzca, ya que muchas veces el otro no es consciente del malestar que nos genera o no sabe cómo cambiarlo.
La persona que efectúa la petición debe estar abierta a la negociación, ya que es posible que el otro pida alguna cosa a cambio y las ventajas del cambio sean positivas para ambos.
Es más importante crear un clima de entendimiento, que obtener todo cuanto se deseaba.
Jennifer Doménech Pulido, es psicóloga clínica en Red Cenit
